Cada mañana me despierto extrañando a mi esposa. Me encuentro añorando a la mujer de la que me enamoré hace muchos años. Ella fue mi compañera en la crianza de nuestras dos hijas y me ayudó a enfrentar las tribulaciones de la vida.

Todos los días agradezco y acepto cuánto de Sharon todavía está aquí. Lo más difícil de acostumbrarse es que el Alzheimer ha sido y seguirá siendo implacable en quitarle pedacitos. Eso y saber que ahora mismo no hay cura. Los únicos medicamentos que funcionan son para quienes se encuentran en las primeras etapas de esta enfermedad. No hay nuevos medicamentos disponibles que detengan o reviertan la progresión de alguien como Sharon, que se encuentra en las etapas intermedias de la enfermedad de Alzheimer.

Todas las noches antes de irnos a dormir, nos decimos que nos amamos. Es decir, ambos dijimos esto antes del Alzheimer. La mayoría de las veces, cuando le digo que la amo, Sharon dice que yo también le gusto. A veces que le gusto mucho. Los atesoro, pero no tanto como los raros momentos en que ella dice que me ama. 

Es por eso que Sharon y yo, junto con el resto del equipo de Roses for Sharon, participaremos en nuestra tercera Caminata para Terminar con el Alzheimer este otoño. Con su apoyo, aquellos que tendrán Alzheimer en el futuro tendrán una mejor oportunidad de luchar contra esta enfermedad que les roba la vida. Los fondos que recaudamos ayudan a encontrar medicamentos para retrasar o detener la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Puede llegar un momento en que haya una cura para las personas con Alzheimer y otras formas de demencia.

El nombre de nuestro equipo es un juego de la estrofa 'Soy una rosa de Sharon, un lirio de los valles' del Cantar de los Cantares del rey Salomón. Al igual que los colores de las flores de las muchas variedades de la planta, Roses of Sharon se compone de aquellas que están o han sido afectadas por Alzheimer's.