Como muchos de ustedes saben, me he dedicado a hacer avanzar la misión de la Asociación de Alzheimer desde que comencé como voluntario en el Capítulo del Oeste de Nueva York en 2014. El sábado 24 de septiembre me calzaré los tenis, me pondré los una playera y llegar temprano al puerto exterior para ayudar a organizar mi 9.ª Caminata de Búfalo para poner fin a la enfermedad de Alzheimer. 

Cada temporada de caminata tiene un lugar especial en mi corazón, pero este año es más personal para mí que nunca. Mi abuelo, Manuel Rodrigues Corregedor, falleció el mes pasado por complicaciones a causa del COVID-19. Durante el último año de su vida, desarrolló demencia. Hubo momentos en que lo visitaba y él me miraba, sin saber quién era yo, y me preguntaba: "¿Cuál es su nombre otra vez, cariño?" A pesar de que no podía ubicarme, me di cuenta de que sabía que me amaba. Y me di cuenta de que él sabía que yo lo amaba. 

Mi abuelo fue un hombre notable que vivió una vida digna de ser contada. Los recuerdos que creó, las historias que compartió y las piezas de la hermosa vida que vivió ahora nos quedan a mi familia y a mí (qué regalo tan precioso). Este año camino en honor a su memoria. Y seguiré caminando, cada año, hasta que se haga realidad un mundo sin Alzheimer y otras demencias. 

Si desea caminar conmigo este año, ¡únase a mi equipo! Si puede apoyar mis esfuerzos haciendo una donación, se lo agradecería mucho.

Juntos podemos #ENDALZ