Estoy caminando en mi séptima Caminata para Terminar con el Alzheimer en honor a mi padre, Jim Webster. También camino para honrar a más de 6 millones de estadounidenses que viven con la enfermedad de Alzheimer y más de 11 millones de cuidadores no remunerados. Camino por mi mamá, Audrey y mi tío Scott, quienes fueron los cuidadores de mi papá. Mi papá fue diagnosticado con Alzheimer en 2013. Se liberó de su lucha contra el Alzheimer el 13 de noviembre de 2021. Durante demasiados años lo vimos sufrir, decaer y perder sus habilidades. Cuando el Alzheimer se instaló en su cerebro, trajo consigo ira, arrebatos, confusión, lágrimas, cambios de comportamiento, pérdida de habilidades y murmullos, por nombrar algunos. A medida que el Alzheimer comenzó a apoderarse por completo de su cerebro y su cuerpo, trajo más miradas tranquilas y en blanco, sin palabras. El Alzheimer roba y no deja nada a cambio excepto corazones rotos, vidas y legados interrumpidos, cuidadores agotados, finanzas elevadas y el último aliento de la memoria. A pesar de todo esto, sabíamos quién era. Apreciamos los momentos de claridad y cognición en los que brilló. Queda el amor y la familia. Camino por la vida que construyó y el amor que creó. Camino por los muchos pedazos de vida robados. Camino por la historia de mi familia. Camino por tus historias. Camino por mí mismo mientras me lamento hacia adelante. Camino con la esperanza del primer sobreviviente de Alzheimer. Caminaré hasta que el Alzheimer desaparezca.

El Alzheimer no se detiene y nosotros tampoco. Al participar en la Caminata de la Asociación de Alzheimer para poner fin a la enfermedad de Alzheimer®, estoy recaudando fondos y creando conciencia para avanzar en la lucha contra esta enfermedad, fondos que permiten a la Asociación de Alzheimer brindar atención y apoyo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, mientras acelera la investigación crítica. Juntos, podemos acabar con la enfermedad de Alzheimer.

Gracias. Hasta que Alz ya no exista.

Jen