Estoy caminando hacia una cura para la enfermedad de Alzheimer y todas las enfermedades de la memoria. 

Mi historia comenzó en 2017 cuando se hizo muy evidente que mi abuela necesitaba ayuda, mucha más ayuda de la que me permití creer a lo largo de los años. Llevé a mis abuelos a nuestra casa y comencé a prepararme... pero solo 42 días después, mi abuela falleció mientras dormía debido a un paro cardíaco. Avance rápido hasta 2018, mi abuelo mostró signos y volvió a vivir con nosotros, necesitando atención las 24 horas, los 7 días de la semana. Ay como eran duros los días y las noches, pero a diferencia de mi abuela, mi abuelo estuvo con nosotros 20 meses. Como su cuidador, “caminaba” con él por todos y cada uno de los caminos confusos y aterradores. El pasado mes de mayo falleció mi abuelo y, como muchos de nosotros sabemos, la enfermedad suele ser más difícil para el cuidador a medida que pasa el tiempo. Valoro todas y cada una de las lecciones y obstáculos con los que tropecé en el camino. Y lo haría todo de nuevo, solo para estar a su lado, consolarlos y hacer del mundo que pudieran recordar el mejor mundo posible.

Camino por mis amados abuelos, William y Brigitte Latchaw. ¡Siempre en mi corazón!