estuvo activo durante toda su vida. Jugó al golf y al rugby de manera competitiva en Irlanda y corrió hasta que un desafortunado accidente de esquí cuando tenía 40 años lo obligó a cambiar a caminar. 

A pesar de todos los cambios provocados por la demencia, una constante en nuestra relación ha sido caminar juntos. Cuando yo era joven, papá solía llegar a casa del trabajo y dar un paseo rápido para relajarse. A menudo lo acompañaba, recorriendo el bosque cerca de nuestra casa, preguntándole sobre pájaros y plantas y obsequiándolo con historias (en su mayoría verdaderas) de mis propias aventuras ese día apresurándome para seguir el ritmo.  

Cuando era adolescente, lo acompañaba cada vez menos en las caminatas y, aunque me había mudado cuando tenía 20 años, ¡a menudo lo encontraban en los senderos con un perro grande a cuestas, caminando a gran velocidad! 

A medida que la enfermedad avanzaba y se hacía más difícil recordar dónde estaba el hogar, volver a caminar se convirtió en algo que los dos íbamos a hacer juntos. Cuando el lenguaje comenzó a abandonarlo, todavía salíamos a los senderos y caminábamos juntos en silencio, disfrutando del aire y los árboles y las pequeñas criaturas que se cruzaban en nuestro camino.  

Debido a esto, el Walk to End Alzheimer's es un evento especial para mí. Es una oportunidad para crear conciencia sobre la demencia y el impacto que tiene en las personas, las familias y las comunidades, y una forma de apreciar los muchos recuerdos felices que tengo de caminar con papá a lo largo de mi vida. 

En estos días, caminar ha dado paso a una silla de ruedas para papá. Mientras tomo el sendero Apple Loop en Wenatchee para la caminata de este año, Estoy pidiendo su apoyo en hacer una donación para ayudar a apoyar el trabajo de la Alzheimer's association en honor a papá y las muchas millas que hemos hecho juntos en senderos de todo el mundo!

¡Cada poquito ayuda y es muy apreciado!