Estoy caminando en honor de mi amada madre. Perdí a mi madre en 2014, a la edad de 86 años, después de una larga batalla contra el Alzheimer. Incluso con esta enfermedad ella siempre fue una persona alegre y todos en las instalaciones la querían. A medida que pasó por las distintas etapas y tuvimos que moverla, se mantuvo alegre y siempre fue una soldado. Tuve mucha suerte de contar con una familia que me apoyó durante este momento difícil. El Alzheimer nos recuerda que debemos valorar el momento presente, porque mañana puede ser diferente.
Mi progreso
Gracias por ayudar a avanzar el apoyo, la atención y la investigación del Alzheimer.
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