Dave Holstein. Nuestro padre, abuelo, esposo, hermano pequeño, tío, primo y amigo. Ha usado todos estos títulos con humor, calidez y amor. Nuestro "Dave" siempre tuvo un maravilloso sentido del humor. Para aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo bien, ese sentido del humor se demostró a través de frases divertidas ("¿TIssue? ¡Ni siquiera te conozco!") y respuestas ingeniosas ("¡A mí también me gusta mi cigarro, señora!"). ) que se han convertido en parte de nuestro vocabulario diario. La pérdida de la memoria a menudo conlleva la pérdida de la personalidad. Mientras sigamos repitiendo estos chistes, riéndonos y haciendo reír a los demás, siempre recordaremos a "nuestro" Dave.

Gracias a todos los que están contribuyendo o difundiendo la conciencia de esta horrible enfermedad. Con investigación y prevención continuas, esperamos erradicar esta enfermedad para nuestras generaciones futuras.