Este año, por mi primer año con el Arbor, estoy honrando a mis abuelos. Ellos son la razón por la que entré en el cuidado de personas mayores y siempre serán mi mayor influencia. Ver un cambio a veces lento tomar una parte tan grande de alguien que amas es más que difícil, pero con cada año y cada recaudación de fondos tengo la esperanza de que nos acerquemos a una cura.
A mi abuela le encantaba limpiar y podía tocar el piano completamente de oído. Era una mujer con una actitud fogosa mucho más grande que ella en estatura. Nunca dejaba que nadie saliera de su casa con hambre o sin amor y le encantaban los trucos que transmitió de generación en generación en nuestra familia. Mi abuelo, aunque de naturaleza mucho más tranquila, tenía confianza. Sabía lo que creía y lo apoyó ferozmente. Creía en ahorrar donde se podía y que el mejor trabajo que podías tener era el de ser madre. Sirvió fielmente a nuestro país y se aseguró de que toda nuestra familia respetara a quienes sirven. Estuvieron juntos durante 60 años y viajaron a casa justo antes de su 61 aniversario. El Alzheimer alteró quiénes eran, pero este es nuestro recordatorio.
Este año se trata de ellos. Se trata de recordar a aquellos que no pudieron recordar por sí mismos.
Mi progreso
Gracias por ayudar a avanzar el apoyo, la atención y la investigación del Alzheimer.
263
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1110
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