Camino en honor a mi abuelo Walt, que significó tanto para mí. Estábamos juntos todo el tiempo cuando yo era joven. Cada verano, él y mi abuela nos llevaban a mi hermano y a mí a tomar un helado casi a diario, pasaban tardes enteras en el parque con nosotros y compartíamos las historias y canciones más entretenidas. También lo acompañamos como voluntario en Meals on Wheels y ayudando a otros. Era una persona especial que era incondicionalmente amable.
Cuando me convertí en un joven adulto sintiéndome muy inseguro sobre el mundo, quién era yo y qué quería de la vida, se lo confesé un poco en un viaje en auto a cenar cuando me preguntó cómo estaba. Simplemente me dijo que debería hacer lo que me haga feliz. A quién le importa lo que quieran los demás, debo hacer lo que me haga feliz. Y con cada cambio de vida que hice, incluso cuando él estaba muy enfermo y mi abuela esperaba un buen día para darle actualizaciones de su vida, él siempre solo me preguntaba si estaba feliz. Y ella le aseguraría que sí, que soy feliz. Es una filosofía bastante simple que ha sido muy reconfortante para mí durante los momentos difíciles de cambios en mi vida y refleja el tipo de persona que era, incondicionalmente amorosa y amable.
Lo perdimos demasiado pronto debido al Alzheimer. Espero que encontremos una cura para esta terrible enfermedad que se ha cobrado la vida de tantas personas maravillosas como mi abuelo.
Mi progreso
Gracias por ayudar a avanzar el apoyo, la atención y la investigación del Alzheimer.
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