Cuando participamos en nuestra primera Caminata, Lainey, mi hija mayor, tenía 4 años (¡ahora tiene 13!). Le explicamos que íbamos a caminar para encontrar una cura para Alzheimer's. Cuando completamos la caminata, ella preguntó: "¿Alguien lo encontró?" Cuando le dije que no era exactamente así como funcionaba la Caminata, se sintió decepcionada y preguntó: "¿Y ahora qué hacemos?". Le dije: "¡Seguiremos caminando!". Considere hacer una donación para ayudarnos a encontrar una cura para esta enfermedad, una enfermedad que nos afecta a todos y que amenaza muchos de los objetivos que tanto trabajamos para ayudar a nuestros clientes a alcanzar.