Según mi tía, la parte más difícil del diagnóstico de mamá fue verla cambiar de una persona capaz e independiente a alguien que necesitaba ayuda con actividades normales como vestirse. Podía recordar eventos del pasado lejano, pero no recordaba lo que comió en el desayuno.

Le encantaba estar en contacto con los miembros de la familia por teléfono, especialmente con mi papá. Desafortunadamente, Alzheimer's hizo que no pudiera hacer esas preciosas llamadas telefónicas.

Y una noche, mi tía recibió una llamada telefónica de un vecino que decía que mamá se había despertado, se había vestido, agarró su bolso y su bastón y se dirigió a su casa en medio de la noche.

Finalmente, nuestra familia se puso en contacto con una agencia de atención domiciliaria que envió a una asistente maravillosa llamada Patty. Le dio a mamá un excelente cuidado y escribía notas sobre ella todos los días. Le dio tranquilidad a nuestra familia saber que la estaban cuidando tan bien cuando no podíamos estar allí.

Las familias que enfrentan la enfermedad de Alzheimer y todas las demás demencias nos necesitan ahora más que nunca y, con su ayuda, podemos estar a su disposición. Considere donar a estas maravillosas causas, ayudando a proporcionar recursos, apoyo y orientación a las familias necesitadas. Juntos, podemos acabar con la enfermedad de Alzheimer.