El Alzheimer no se detiene y nosotros tampoco. Al participar en la Walk to End ALZ, estoy generando conciencia y recaudando fondos para avanzar en la lucha contra esta desgarradora enfermedad: fondos que permiten a la Asociación brindar atención, apoyo las 24 horas del día, los 7 días de la semana y realizar investigaciones críticas y continuas.

He sido partidario de ALZ durante mucho tiempo y participé en las caminatas durante años en apoyo de mi abuela materna, la abuela de mi esposo y todos aquellos amigos que han lidiado con problemas de ALZ/demencia con sus seres queridos. Sin embargo, este último año me impactó mucho ya que a mi propia madre le diagnosticaron oficialmente ALZ. Obtener un diagnóstico no fue una tarea fácil, en absoluto: numerosos médicos, visitas, pruebas y, en su mayor parte, tener que navegar por nuestro propio camino a través del proceso, descubriendolo sobre la marcha. La falta de proceso y las dificultades que enfrentamos a lo largo del camino fueron muy reveladoras y francamente tristes.  Mi papá, mi hermana y yo (y nuestras familias) hemos tenido que navegar explorando centros de cuidado de la memoria y colocando a nuestra esposa/mamá/abuela en uno. Los pensamientos y sentimientos que acompañaron a esto son abrumadores y están por todos lados. Esta no fue una decisión fácil, pero fue la mejor decisión para ella, independientemente de lo que pensaran o dijeran los de afuera. Todos estamos aprendiendo a navegar nuestra nueva normalidad, dando y recibiendo apoyo.  

Aquí es donde entran en juego la Caminata y la Asociación, así que pÚnase a mi equipo, Joy Seekers, para caminar y/o hacer una donación.  ¡Gracias de antemano por su apoyo!