En memoria de Marlene: una extraordinaria esposa, madre, YiaYia (abuela) y amiga.
El viaje de Marlene por la vida estuvo lleno de gracia inconmensurable, gratitud y amor ilimitado. Como devota esposa, madre y YiaYia, su impacto en aquellos que tienen la suerte de haberla conocido es nada menos que profundo.
El amor de Marlene por sus amigos y familiares fue un rayo de luz que nos tocó a todos. Su capacidad para encontrar alegría en los momentos más simples, incluso cuando el mundo que la rodeaba cambiaba, mostraba la belleza de su espíritu.
Una madre cariñosa y cariñosa, los hijos y nietos de Marlene eran los mayores tesoros de su corazón. Su guía, sabiduría y amor incondicional los convirtieron en las personas extraordinarias que son hoy.
La devoción de Marlene por su fe ortodoxa griega fue la piedra angular de su carácter. Su creencia inquebrantable en el plan de Dios le proporcionó la fuerza y el coraje para enfrentar los desafíos de la vida con gracia y resiliencia.
El legado de Marlene es un testimonio del amor y la devoción que derramó en cada faceta de su vida. Su viaje sirve como un brillante ejemplo de cómo la fe, el amor y la tradición pueden entrelazarse para crear una vida con propósito y significado.
Descanse en paz mi hermosa novia y mejor amiga. Estoy muy agradecido por los 39 años que me amaste incondicionalmente. Memoria eterna.